SOBRE EL ORIGEN DEL TEATRO
ORIGEN DEL TEATRO
La Historia del teatro estudia la
evolución del arte dramático a través del tiempo. El concepto
del teatro es
muy amplio: cualquier grupo de personas que desarrolla un espectáculo en
un tiempo y espacio determinado forman un espectáculo teatral.
El teatro
tiene una base literaria, un guion o argumento escrito por un dramaturgo.
Pero ese texto dramático requiere una puesta en acción, para la cual es
imprescindible la interpretación por medio de actores o
personajes que desarrollen la acción, así como elementos como la escenografía y decorados,
la iluminación, el maquillaje,
el vestuario,
etc.
Ciertos
espectáculos pueden ser igualmente sin texto, como en el caso de la mímica y
la pantomima,
donde destaca la expresión gestual. Por otro lado, un elemento indispensable
para la comunicación es la presencia de un público.
El teatro tiene una función de socialización de las relaciones humanas, ya que
presenta cierto grado de ritualización. Suele afirmarse que la danza en la prehistoria fue
la primera manifestación artística, aunque de ello se tienen pocos vestigios
históricos. Los orígenes del teatro se encuentran en
antiguos ritos de
origen prehistórico, donde el ser humano
empezó a ser consciente de la importancia de la comunicación para
las relaciones sociales. Ciertas ceremonias religiosas tenían
ya desde su origen cierto componente de escenificación teatral. En los ritos
de caza, el
hombre primitivo imitaba a animales: del rito se pasó al mito, del brujo al actor.
En África, los ritos religiosos mezclaban el
movimiento y la comunicación gestual con la música y la danza,
y objetos identitarios como las máscaras, que servían para expresar roles o
estados de ánimo. Estos ritos reforzaban la identidad y la cohesión social:
los gun de Porto Novo hacen el kubitó, ceremonia mortuoria donde
los participantes, con técnicas de prestidigitación,
desaparecen del público; los ibo de Nigeria celebran el odo, sobre los muertos que
retornan; los dogon de Malí practican el sigui cada 60 años, en
celebración del primer hombre que murió; los abidji de Costa de Marfil tienen el dipri, fiesta agrícola de año nuevo, donde se clavan
cuchillos en el vientre, cicatrizando luego las heridas con una pasta.
En la América
precolombina se desarrolló una forma de teatro en las
culturas maya, inca y azteca: el maya estaba relacionado con
fiestas agrícolas, e ilustraba historias del Popol Vuh; el azteca desarrolló notablemente la mímica, y
tenía dos vertientes, una religiosa y otra burlesca; el inca, escrito en quechua, servía a intereses del estado.
En cambio, aunque hay la presunción de que el teatro
tiene orígenes más antiguos, se cuenta con suficiente evidencia como para
afirmar que el origen efectivo de esta rama del arte se remonta a la antigua
Grecia.
En Grecia nació
el teatro entendido como «arte dramático». El teatro griego evolucionó de
antiguos rituales religiosos (komos); el
ritual pasó a mito y, a través de la «mímesis»,
se añadió la palabra, surgiendo la tragedia. A la
vez, el público pasó de participar en el rito a ser un observador de la
tragedia, la cual tenía un componente educativo, de transmisión de valores, a
la vez que de purgación de los sentimientos («catarsis»).
Más adelante surgió la comedia, con un primer componente de sátira y
crítica política y social, derivando más tarde a temas costumbristas y
personajes arquetípicos. Apareció entonces también la mímica y
la farsa.
Los principales dramaturgos griegos fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides en
tragedia, mientras que en comedia destacaron Aristófanes y Menandro.
Se
refiere que, hacia el año 600 a. C., durante las fiestas al dios de la
vegetación y el vino, Dionisio, un grupo de hombres se disfrazaban como sátiros
(criaturas mitológicas que son mitad hombre mitad cabra) y representaban
historias, al tiempo que un grupo de acompañantes conocido como coro cantaba el
Ditirambo (forma lírica coral), un himno a Dionisio comúnmente acompañado por
danzas.

Sófocles,
Eurípides y Esquilo son considerados los mayores exponentes del teatro en la
antigua Grecia, dado que centraron sus aportes en la escritura de obras, lo que
ahora se conoce como dramaturgia. Esquilo fue el primer escritor prominente de
Grecia y es considerado uno de los fundadores del drama griego. Incluyó un
segundo actor distinto de los coros, lo cual hizo posible la escenificación de
los diálogos. Su obra más famosa es La Orestíada, una trilogía que comprende
Agamenón, Las coéforas y Las Euménides.
Por su
parte, Sófocles escribió más de 120 obras incluyendo las famosas tragedias
Antígona, Edipo Rey y Electra. El drama para él sucede cuando el destino y las
consecuencias de los actos son los elementos importantes en la obra, tratando
de mostrar a sus personajes como seres humanos ideales.
Por el
contrario Eurípides se esforzó por mostrar a sus personajes como en realidad
eran: individuos comunes, diferentes a los héroes o a los dioses. Muchos de sus
protagonistas eran personajes femeninos. En sus obras siempre aparece un deus
ex machine la repentina e inesperada intervención de un dios para forzar un
giro en el destino o una solución artificial a un problema. De Eurípides
son famosas las tragedias Medea, Orestes, Las bacantes, Las troyanas y otra
versión de Electra.
El origen de la comedia es
incierto. Aristóteles apunta su aparición en Megáride y Sición, dos ciudades
conocidas por el brutal sentido del humor de sus habitantes, quienes además
poseían un gusto excesivo por lo ridículo. En los festivales nacionales, las
personas viajaban de pueblo en pueblo contando chistes y gritando frivolidades.
Incluso después de los banquetes, en estos pueblos, los hombres jóvenes
recorrían las calles con antorcha en mano, acompañados por un flautista o
un tañedor de lira. A los juerguistas se les llamaba comus y sus canciones,
comoedia, o comedia. A partir de esos orígenes, por lo menos etimológicos,
Platón después definió a la comedia como una presentación diseñada para causar
risa.
En Oriente destacó el teatro indio,
que tiene su origen en el Nāṭya-śāstra, libro sagrado de Brahma comunicado a los hombres por
el rishi Bharata Muni, donde se habla de canto, danza y mímica. Generalmente, la temática es de
signo mitológico, sobre las historias de los dioses y héroes indios. La
representación es básicamente actoral, sin decorados, destacando únicamente el vestuario y el maquillaje. Había diversas
modalidades: Śakuntalā, de siete actos; Mricchakaṭikā, de diez actos. Como dramaturgos destacaron Kālidāsa y Śūdraka.
India
Se
ignora si por irradiación cultural o porque la representación teatral es
una vía natural para la narración y el entretenimiento, pero el hecho es que
otros pueblos también desarrollaron, hasta nuestros días, una rica tradición
cultural. En India, por ejemplo, se tienen registros de obras escritas en
sánscrito4 que datan del del año 100 d. C., aunque las más
reconocidas aparecen después del año 320, la mayoría escritas por Kālidāsa,
dramaturgo clásico quien probablemente vivió durante el reinado de Candra Gupta
II.
Las historias de esta tradición nunca son tragedias; más bien son narraciones morales donde dios siempre triunfa sobre el mal. La mayoría de tales historias se basan en dos famosas epopeyas indias, el Majabhárata y la Ramayana. El éxito del teatro en su versión india fue tal, que incluso se cuenta con un tratado de teatro en sánscrito, El Natia-shastra, elaborado a la manera de una guía que describe y orienta sobre los elementos a tomar en cuenta en todo drama: el maquillaje, la actuación, el vestuario, la danza, la música y la estética general. Escrito entre el 200 a. C. y 200 d. C posiblemente sea el primer manual de teatro en el mundo
En Asia
A
inicios de la dinastía Tang en China, los diversos elementos de la historia, la
danza, el canto y la pantomima cómica convergen para crear una sola
representación. A diferencia del espacio típico del teatro griego, el área de
actuación en el teatro en China se establecía por el simple hecho de dibujar un
círculo de tiza en el suelo.
La importancia que pronto alcanzó esta versión asiática del teatro puede ser ejemplificada por el impulso del emperador Ming-Huang, quien en 714 d.C. fundó dos instituciones especiales para músicos y actores: Li yuan, institución de arte dramático para instruir actores y Jiao fang, para los músicos. Nos encontramos así, con una de las primeras, si no que la primera escuela del arte dramático en el mundo.
A la fecha el teatro chino está basado en relatos cantados y su única relación con la dramaturgia clásica griega o romana es la incorporación de diálogos. Debido al alto grado de analfabetismo, antes de la apertura económica y de la “revolución cultural”, el teatro en China estuvo muy entrelazado con las costumbres populares y el adoctrinamiento político.
México
Si bien en México el teatro llega tempranamente gracias a las misiones evangelizadoras de los españoles (que aprovechaban los autos de fe, pastorelas y géneros similares para adoctrinar a los indígenas), es hasta 1866 que se fundan las primeras escuelas teatrales en las cuales destacan las enseñanzas sobre arte dramático de Tomás León, Aniceto Ortega, Manuel Siliceo, Eduardo Liceaga y Manuel Payno, entre otros.
Sin embargo, es hasta fines de 1939 cuando se funda el Teatro de las Artes a partir de un colectivo artístico que revolucionó el concepto de la pedagogía teatral al aplicar métodos novedosos de actuación. La escuela fue la primera en proponer una técnica alternativa de aprendizaje y en concebirla como un instrumento de expresión artística.
A
resultas de este impulso original, diez años después se inauguró la sección de
Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM como una ramificación
del Departamento de Letras Modernas. Hasta 1959 se otorgó por primera vez el
grado de licenciado en arte dramático7. A partir de esa
joven tradición, han proliferado escuelas y universidades que cultivan la
enseñanza del arte teatral en distintos estados de la república.
En la actualidad es innegable la importancia de la instrucción teatral. Es ya un acuerdo generalizado que el estudio del arte dramático desarrolla varias habilidades en el ser humano, aparte del gusto por el arte, como son la inteligencia espacial, la emocional y la capacidad de enfrentar a públicos vastos.
Por ello, la UPN, a través de la Dirección de Difusión y Extensión Universitaria, y específicamente el Departamento de Difusión Cultural pone a disposición de los alumnos el taller de teatro “El arte para educar con arte” impartido por la maestra Betsabé Iraís Heras Chavarría.
El Taller permite al estudiante, futuro educador o formador de educadores, descubrir las posibilidades creativas del teatro, por medio de la experimentación de las diversas técnicas de desarrollo actoral, al tiempo que motiva y aporta conocimiento útil para formar individuos íntegros y creativos. La vinculación con el arte en cualquiera de sus manifestaciones, reza el programa del Taller, dota al individuo de una especial sensibilidad, aspecto importante en la vida de todo profesionistas, especialmente el relacionado con el campo educativo.
El curso se divide en dos bloques; el primero, permite al alumno realizar ejercicios de concentración, exploración motriz, entrenamiento de la voz y creación de personajes; la segunda parte busca dotar al estudiante del marco teórico de la pedagogía teatral útil para fomentar el desarrollo integral de sus futuros alumnos; o para desarrollarse con amplia competencia y desenvoltura en cualquier área vinculada con la educación.
Siglo XX
Bertolt Brecht, creador del teatro épico
El teatro
del siglo XX ha tenido una gran diversidad
de estilos, evolucionando en paralelo a las corrientes artísticas de vanguardia. Se pone mayor énfasis en la
dirección artística y en la escenografía, en el carácter visual del
teatro y no solo el literario. Se avanza en la técnica interpretativa, con
mayor profundización psicológica (método Stanislavski, Actors Studio de Lee Strasberg), y reivindicando el gesto,
la acción y el movimiento. Se abandonan las tres unidades clásicas y comienza
el teatro experimental, con nuevas formas de hacer teatro y un mayor énfasis en
el espectáculo,
retornando al rito y a las manifestaciones de culturas antiguas o exóticas.
Cobra cada vez mayor protagonismo el director teatral, que muchas veces es el
artífice de una determinada visión de la puesta en escena (Vsevolod Meyerhold, Max Reinhardt, Erwin Piscator, Tadeusz Kantor).
Entre los diversos movimientos teatrales conviene reseñar: el expresionismo (Georg Kaiser, Fritz von Unruh, Hugo von Hofmannsthal); el «teatro épico» (Bertolt Brecht, Peter Weiss, Rainer Werner Fassbinder); el «teatro del absurdo», vinculado al existencialismo (Antonin Artaud, Eugène Ionesco, Samuel Beckett, Albert Camus); y los Angry young men, de signo inconformista y antiburgués (John Osborne, Harold Pinter, Arnold Wesker). Otros autores destacados son: George Bernard Shaw, Luigi Pirandello, Alfred Jarry, Tennessee Williams, Eugene O'Neill, Arthur Miller, John Boynton Priestley, Dario Fo, etc. En España destacaron Federico García Lorca, Ramón María del Valle Inclán, Jacinto Benavente, Miguel Mihura, Alejandro Casona, Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre y Joan Brossa, principalmente.
Desde
los años 1960 el
teatro ha reaccionado contra la distanciación del teatro épico, buscando una
comunicación dramática establecida a través de acciones reales que afecten al
espectador. Se consideran pioneros en este cambio: The Living Theatre,
teatro-laboratorio de Jerzy Grotowski (y en general las
acciones de happening) y el teatro
independiente. Los nuevos directores añadieron a este "teatro
de provocación" una conciencia estilística basada en claves como la
ceremonia, el divertimento y el exhibicionismo (Peter Brook, Giorgio Strehler, Luca Ronconi). El lenguaje oral quedó así
ampliado por los aspectos visuales, y el arte dramático recuperó en cierta
forma su antigua ambición de "teatro total". En España, los mejores
ejemplos de esta evolución partieron de grupos
independientes como Els Joglars, La Cuadra de
Sevilla, Tábano, Els Comediants o La Fura dels Baus. A nivel internacional
resulta interesante la repercusión popular de un experimento de origen circense como
el grupo canadienseCirque du Soleil.